EL NACIONALISMO MUSICAL
INTRODUCCIÓN
A mediados del siglo XIX, los pueblos de muchos países de Europa comenzaron a tomar conciencia de su identidad nacional. Surge un creciente interés por el pasado, por la historia, por las tradiciones nacionales. La causa principal fueron los importantes acontecimientos políticos: los gobernantes se vieron obligados a dar paso a unas formas de gobierno más democráticas, y las colectividades unidas por una misma tradición y una lengua común quisieron liberarse de la dominación extranjera. Así, Bélgica y Holanda se convirtieron en reinos (1830), Italia hizo lo mismo en 1861, y Alemania pasó a ser un imperio en 1871. Otros, aun permaneciendo bajo la dominación extranjera, comenzaron a tener una conciencia nueva sobre sus tradiciones: estudiaban y protegían su literatura y su canción popular, como ocurrió con los checos y los húngaros. En estos países, así como en Rusia y en Polonia, las tradiciones cultas de música y literatura eran alemanas o italianas, pero ahora los compositores comenzaron a crear obras basadas en ritmos y danzas populares autóctonas, y a emplear su lengua, entonces hablada por las mayorías populares, aunque las clases altas no la utilizaban.
Esta conciencia nacional se extendió principalmente por los países que hasta ahora no habían tenido un estilo musical propio, sino que habían seguido las directrices marcadas por los países germánicos o por Italia, puesto que éstos ya tenían dicha conciencia nacional y una identidad propia desde hacía tiempo, sin necesidad de acudir directamente a su folclore.La música nacionalista, pues, tiene su origen a principios del silgo XIX como una reivindicación de los valores tradicionales e identitarios de los pueblos que resisten a los deseos de una nueva burguesía que amenaza con alzar grandes imperios industriales. Se caracterizó por el énfasis en elementos musicales nacionales como el uso de canciones populares, danzas folclóricas o ritmos, o en la adopción de temas nacionalistas para las óperas, los poemas sinfónicos y otras formas de música.
Entre las características de la música nacionalista encontramos:
1. Búsqueda de una identidad común como pueblo a través del uso de la canción tradicional y folclórica.
2. Enriquecimiento de la música académica y acercamiento de ésta a la sociedad mediante el uso de fuentes culturales para la creación musical.
3. Utilización de nuevos lenguajes armónicos y melódicosde índole oriental gracias a los bastos imperios y a la colonización, que permiten conocer otras regiones y culturas.
4. La música está inspirada por los mitos o la literatura nacionales.
Como hemos indicado, los países que más desarrollaron este estilo fueron aquellos que no habían tenido hasta entonces una música con un estilo propio, sino que habían sufrido influencias de la música de otros países. Los principales movimientos nacionalistas fueron los siguientes:
NACIONALISMO MUSICAL RUSO
Mientras la fuerza de la revolución ilustrada azotaba a Europa Occidental (la Ilustración era un movimiento cultural que había surgido en Europa en el siglo XVIII y que abogaba por acercar la cultura y el conocimiento a la sociedad, así como por mejorar sus condiciones de vida, entre otras cosas), la Rusia de 1830 resistía como sistema feudal dominada gracias a una potente aristocracia absolutista. El zar Nicolás I (los monarcas eslavos eran llamados "zares"), vivió bajo su reinado violentos episodios militares y políticos tras la invasión napoleónica de 1812. El contacto con las nuevas ideas de la Ilustración francesa llevaría a los habitantes de una Rusia envejecida a exigir reformas que mejoraran las condiciones de vida de la población.Sin embargo, un férreo control de las autoridades provocará la expansión de ideas nacionalistas que impedían que pudieran extenderse las ideas liberales que amenazaban al resto de monarquías europeas. Así, se promovió en el ámbito cultural la utilización de temas y melodías nacionales como ejes fundamentales de las creaciones de los compositores más célebres del momento.
El primer compositor destacado fue Mikhail Glinka (1804-1857), conocido como el fundador de la llamada "música rusa". Glinka introducirá en sus obras el uso del idioma ruso, como ocurre en sus óperas más conocidas: Una vida por el zar (1836) y Ruslán y Ludmila (1842).
Junto con Glinka, debemos destacar a los miembros del llamado "Grupo de los Cinco", que serán los herederos de este nuevo movimiento musical: Mili Balakirev, César Cui, Modest Mussorgski, Nikolai Rimski-Korsakov y Alexander Borodín. Con ellos nacería un tipo de música específica de Rusia que se prolongará gracias a un movimiento nacionalista romántico que tratará de luchar por la tradición y el legado cultural ruso mediante la música.
Hablaremos de tres de estos compositores:
* Modest Mussorgski (1839-1881): se inspiró en el folclore ruso para contribuir culturalmente a la causa nacionalista. Entre sus obras más conocidas encontramos: Boris Godunov (1872), Una noche en el Monte Pelado (1867) y Cuadros de una exposición (1874).
* Alexander Borodín (1833-1887): compositor, doctor y químico que promovió los derechos de las mujeres. Entre sus obras destacan El príncipe Igor (1890) y En las estepas del Asia Central (1880).
* Nikolái Rimski-Korsakov (1844-1908): compositor, director de orquesta y pedagogo ruso. Utilizó para sus obras la música de canciones tradicionales rusas que dinamizaría con el empleo de las técnicas occidentales. Sus obras más reconocidas son Scheherezade (1888) y el Capricho Español (1887).
Por otro lado, debemos destacar la figura de Piotr Ilich Chaikovski (1840-1893), más occidental en su escritura, pero no por ello alejado de las aspiraciones nacionalistas.
Miembro destacado de la Escuela de Moscú, escribió obras de diferentes géneros y formas en las que combina elementos nacionalistas con otros universales. Hoy se le considera uno de los compositores más importantes de Rusia.La sensibilidad y el espíritu romántico que acompañará a Chaikovski a lo largo de su producción musical hará de su música un arte excepcional y mundialmente aclamado.
Entre sus obras destacan el ballet El lago de los cisnes (1877), el Concierto para piano nº1, en Si bemol menor (1875), la Sinfonía Patética y la obertura-fantasía Romeo y Julieta.
NACIONALISMO MUSICAL POLACO
Frédéric Chopin (1810-1849): fue un compositor y pianista polaco considerado como emblema del Romanticismo. Incorporará a su música elementos tradicionales de su país como mazurcas, polonesas, entre otros, que junto a la delicada sensibilidad y refinamiento estilístico, elevarán su música hasta considerarse uno de los compositores más importantes de la historia.
Sus composiciones se centraron de forma muy destacada en el piano, que era el medio a través del cual expresaba sus sentimientos, de ahí que la mayoría de sus obras estén compuestas para dicho instrumento.
Entre sus obras más relevantes encontramos el Nocturno en mi bemol mayor, Op. 9 núm.2, el Preludio en mi menor, Op. 28, núm. 4 y la Balada núm, 1 en sol menor, Op. 23.
NACIONALISMO MUSICAL CHECOSLOVACO
El control del territorio checoslovaco por el Imperio Austrohúngaro de los Habsburgo impregnó a la sociedad checa de la cultura germánica. Este proceso dio como resultado la imposición del alemán como idioma imperial y el catolicismo como religión. Ante esta situación, los compositores más importantes trataron de incorporar al teatro de Praga el idioma checo y con él, la música tradicional y los programas con temas nacionales.
* Bedrich Smetana /1824-1884): ante las aspiraciones del país por erigirse como estado independiente, este autor dedicó su obra al sentimiento nacional y su música. Así, Smetana es considerado como padre de la música checa. Su obra más conocida es el poema sinfónico Mi patria (1878), en el que se cuentan las historias, leyendas y paisajes que dan forma a la cultura checa.
* Antonin Dvorák (1841-1904): incluyó elementos nacionalistas en su música, sobre todo de carácter rítmico, que dieron lugar a una música que mezcla aspectos de la tradición clásica con la tradición de la música popular. Es considerado el principal representante del nacionalismo checo. Entre sus obras destacan la Sinfonía del Nuevo Mundo (1893) y las Danzas Eslavas (1878).
NACIONALISMO MUSICAL HÚNGARO
Cabe destacar la herencia de Franz Liszt para los compositores nacionalistas posteriores con su promoción de la música húngara tradicional y el estudio de la música zíngara. Este mismo autor tomó de las bandas gitanas ciertos elementos que contribuyeron al paisaje nacional sonoro.
Béla Bartók (1881-1945): recogió ritmos y escalas exóticas que le permitirían, además de por su excelente formación, crear un lenguaje sonoro singular. Colaboró con el compositor húngaro Zoltán Kodály para documentar la música popular húngara, que ambos incorporaron en sus piezas musicales. Entre sus obras destacan Microcosmos (1926).
Zoltán Kodály (1882-1967): sus diversas investigaciones sobre las melodías folclóricas de Hungría y países limítrofes le permitieron obtener un conocimiento profundo de la tradición. Destaca la obra Danzas de Galanta (1933).
NACIONALISMO NORUEGO Y EDWARD GRIEG
En Noruega, a mitad del siglo XX, nace un movimiento cultural que pretendió enfatizar de manera estética una identidad nacional propia. Edward Grieg (1843-1907) contribuyó con su obra al movimiento nacionalista mediante el reflejo de la naturaleza en herencia romántica. Destacan entre sus obras Peer Gynt (1876), música incidental para el drama homónimo del escritor noruego Henrik Ibsen.
NACIONALISMO FINLANDÉS Y JEAN SIBELIUS
Finlandia estaba bajo el dominio ruso cuando la influencia nacionalista alcanzó la sociedad a mitad del siglo XIX.
Jean Sibelius (1865-1957): este compositor basó su trabajo en la música tradicional finlandesa debido a su fuerte sentimiento patriótico. Su trabajo compositivo se basó en escribir música programática que ayudara a la emancipación del país. Una de sus obras más destacadas es Finlandia (1899).
NACIONALISMO ESTADOUNIDENSE
El estilo académico pretendido por la burguesía será combatido a través de la reivindicación de la música popular como medio de expresión de determinadas comunidades desfavorecidas como la afroamericana.
George Gershwin (1898-1937): adaptó su lenguaje a la corriente internacional antes del crack del 29, tras el cual cambió sus ideas estéticas hacia un paisaje sonoro más progresista al lado de la sociedad. Así, incluyó en sus obras elementos folclóricos mexicanos y estadounidenses que le darán un estilo popular a su música. Entre sus obras más representativas encontramos Rhapsody in Blue (1924).
NACIONALISMO ESPAÑOL
La generación del 98 tiene un efecto destacado en los compositores contemporáneos hasta ahora casi desconocidos en el panorama europeo. La gran cantidad de elementos folclóricos en la cultura española permitió crear un lenguaje sonoro propio que conseguiría aunar las características de la música académica europea con las melodías tradicionales.
Isaac Albéniz (1860-1909): es el principal compositor que dio a conocer a la escuela nacionalista española por Europa debido a su influencia y contactos con grandes compositores como Franz Liszt, Claude Debussy y Paul Dukas, entre otros. Sus obras más famosas son la Suite Iberia (1907) y la Suite Española (1886), ambas con elementos muy importantes del folclore español en concordancia con las nuevas tendencias vanguardistas europeas.
Enrique Granados (1867- 1916): excelente pianista y alumno de Héctor Berlioz en París, destaca por sus composiciones para zarzuela. Granados es el autor de Goyescas (1911), basada en los grabados del pintor Francisco de Goya, y también de la obra Danzas Españolas (1890).
Joaquín Turina (1882-1949): desarrolla un estilo muy personal, resultado de la mezcla de caracteres impresionistas con la tradición musical española. Entre sus obras destaca Danzas Fantásticas (1920).
Aquí podemos escuchar una de las Danzas fantásticas: Orgía.
Manuel de Falla (1876-1946): el carácter nacional de sus obras, en conjunción con las nuevas tendencias europeas como el impresionismo, el neoclasicismo, el expresionismo, entre otros, hacen de este autor un personaje único para nuestra cultura musical y de gran éxito en Europa. Entre sus obras destacan Noches en los jardines de España (1916), El sombrero de tres picos (1919), El amor brujo (1915) y La vida breve (1913).
Joaquín Rodrigo ( 1901-1999): consiguió elevar a la guitarra española al ambiente concertístico. Su obra más conocida es el Concierto de Aranjuez ( 1939).
No hay comentarios:
Publicar un comentario